"Los hombres se hacen. Las montañas están hechas ya."
Miguel Delibes
El Camino de Santiago es una de las rutas de peregrinación más emblemáticas del mundo, atrayendo a miles de peregrinos cada año. Entre las numerosas rutas disponibles, el trayecto que une Sevilla con Plasencia es una de las más fascinantes por su riqueza natural, histórica y cultural. Originalmente se planteó realizar solo el tramo extremeño, pero la belleza y el atractivo del tramo andaluz llevaron a incluir también esta parte del recorrido.
Al cruzar la frontera hacia Extremadura, el paisaje cambia y se vuelve más salvaje y extenso. La ruta atraviesa la Sierra Morena, ofreciendo vistas espectaculares y una biodiversidad rica. Los peregrinos pasan por pequeñas localidades con encanto, como Monesterio, conocida por su delicioso jamón ibérico, y Zafra, que destaca por su impresionante Plaza Grande y el Alcázar de los Duques de Feria.
Extremadura es una región de gran valor ecológico, con espacios naturales protegidos como el Parque Natural de Cornalvo y la Reserva Natural del Cerro de San Pedro. Los peregrinos pueden disfrutar de la serenidad de estos parajes, observando una variedad de flora y fauna autóctonas. Mérida, la capital de Extremadura, es un punto culminante en el camino. Su legado romano es inigualable, con monumentos como el Teatro Romano, el Anfiteatro y el Puente Romano sobre el Guadiana.
Continuando hacia el norte, el camino lleva a ciudades históricas como Cáceres, cuyo casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad, y finalmente a Plasencia. Plasencia, situada en el valle del Jerte, es conocida por su muralla medieval, la Catedral Vieja y la Catedral Nueva, y el esplendor natural de su entorno.
La ruta de Sevilla a Plasencia no solo es un viaje de devoción y reflexión, sino también un recorrido por algunos de los paisajes y monumentos más impresionantes de España. Desde las sierras andaluzas hasta las vastas dehesas extremeñas, cada paso ofrece una nueva vista panorámica. Los peregrinos pueden explorar parques naturales, valles fértiles, y montañas majestuosas, así como disfrutar de la rica fauna y flora de ambas comunidades.
Los monumentos históricos a lo largo del camino proporcionan una conexión tangible con el pasado. Iglesias góticas, castillos medievales, y restos romanos se encuentran dispersos por la ruta, ofreciendo una experiencia cultural profunda. La hospitalidad de los pueblos y ciudades por las que pasa el camino garantiza que cada peregrino se sienta bienvenido y apoyado en su viaje.
En resumen, el camino de Sevilla a Plasencia es una ruta que combina de manera sublime la naturaleza y el patrimonio histórico, ofreciendo a los peregrinos una experiencia única y enriquecedora que abarca lo mejor de Andalucía y Extremadura.
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