La Ciudad Monumental de Cáceres, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, famosa por sus numerosos palacios y casas renacentistas, fue en sus orígenes un campamento militar romano fundado durante las guerras sertorianas por el general Q. Caecilio Metelo con el nombre de Castra Caecilia. Sobre este campamento se funda en el -35 a. C. la Colonia Norba Caesarina, comenzando a partir de entonces la construcción de una amplia red de calzadas que facilitaron las comunicaciones con otras ciudades y la explotación de los recursos de su extenso territorio. Una de estas calzadas es la “Vía da la Estrella” que conduce de Cáceres (Norba Caesarina) a Braga (Bracara Augusta) atravesando el río Tajo por el famoso Puente Romano de Alcántara. En Cáceres es recomendable visitar la Iglesia de Santiago, construida por la orden religiosa y militar de los Fratres de Cáceres, también llamados Caballeros de Santiago de la Espada, encargados por el rey Fernando II de León en 1170 de proteger los peregrinos de los Caminos de Santiago.
Salimos de Plasencia con destino a Cáceres para dar comienzo nuestro particular peregrinaje por la Vía de las Estrellas con emociones inusitadas, llegamos al Parking Obispo Galarza y tomamos dirección a la parroquia de Santiago el Mayor en la que el Rvdo. D. Francisco Javier Romero Rodríguez nos ha dado todo tipo de facilidades para estampar el sello parroquial en nuestra particular credencial, después de la rigurosa fotografía de familia a la puerta de la parroquia comenzamos nuestro recorrido en la Iglesia de Santiago de Cáceres, donde la «Vía de la Plata» entronca con la «Vía da Estrella», en la llamada Puerta del Peregrino, nos dirigimos hacia la concatedral cacereña por el entramado de serpenteantes de callejuelas y desde está al famoso Arco de la Estrella —con instantánea incluida— que nos guiara a la ciudad lusa de Braga.
Después nos dirigimos por el recinto monumental de Cáceres hacia el Paseo de Cánovas, tomamos un pequeño desvió hacia la calle Camino Llano para desayunar en la Churrería de Vicenta Ruiz, concluido el avituallamiento subimos por la calle Clavellinas hacia el Paseo de Cánovas, en la plaza de la “Cruz de los Caídos”, continuamos por la Avenida de Alemania, hasta la estación de ferrocarril, continuamos dirección Badajoz por la avenida de Juan Pablo II, hacia Aldea Moret, entrando por la avenida de la Constitución hasta el Centro de Salud, aquí subimos por la calle Río Tíber, al finalizar la calle encontramos un sendero que nos dirige hacia El Junquillo por este viejo camino vecinal que va Malpartida de Cáceres, cruzando la A-66 por un puente elevado paralelo a la N-521, continuaremos por la Cañada Real y el posterior cordel de ganados de Azagala.
Seguimos por la izquierda de la N-521 hasta una rotonda, en la cual cogeremos de frente un camino paralelo a la carretera nacional N-521 y según indica la señalización de Caminos Naturales. Pasamos por la finca de Los Arenales hasta un circuito de motocross y por la entrada del Polígono Industrial que nos conducirá a la población de Malpartida de Cáceres.
Ya en la población de Arroyo de la Luz, cruzamos el río Pontones, subimos y llegamos al final de esta calle y luego cruzar la calle Virgen de Guadalupe y tomar frente a la calle Rodríguez de la Fuente, en el siguiente cruce, tomar a la izquierda la calle San Antón, luego, cruzar el jardín de la Plaza Divino Morales y tomar la calle Rafael Chaparro hasta la Plaza de la Constitución y la Iglesia en cuyo altar se guardan las valiosas pinturas del Divino Morales.
El casco antiguo de la ciudad de Cáceres alberga un gran legado patrimonial de época renacentista, por sus numerosos palacios, edificios y Concatedral. Declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en 1986, el casco antiguo de la ciudad de Cáceres es uno de los conjuntos urbanos más completos y de los mejores conservados de Europa, formado por edificios de la Edad Media y del Renacimiento. Su espacio está dividido en dos grandes zonas por la muralla. Intramuros se concentra el grueso de los edificios más representativos de esta ciudad, como la Concatedral de Santa María, el Palacio de las Veletas, los palacios de los Golfines, la Casa del Sol o la Torre del Bujaco. Y es que nada más cruzar el arco de la Estrella desde la Plaza Mayor das un salto en el tiempo y te adentras por completo en la historia del casco antiguo de esta bimilenaria ciudad. No en vano, la historia de Cáceres se remonta muy atrás, tal y como demuestra la cueva de Maltravieso, que guarda pinturas que pertenecen al Paleolítico Superior, y cuya reproducción puedes visitar en su centro de interpretación.
La mayor riqueza de Malpartida de Cáceres es su colonia de cigüeña blanca, que le ha valido ser declarado pueblo europeo de las cigüeñas. Malpartida guarda algunos restos arqueológicos importantes. Y es que los primeros pobladores de esta localidad fueron de la Prehistoria y de época prerromana, romana, musulmana y bajomedieval. De todos ellos guardan vestigios y un rico patrimonio, que puedes comprobar en su arquitectura popular, cargada de alpoyatas y grandes chimeneas, que ha hecho que Malpartida se convierte en uno de los puntos incluidos en la Ruta de las Chimeneas. A estas construcciones se suman también la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la ermita de San Antonio.
Historia, patrimonio, naturaleza y devoción a su virgen son las señas de identidad de esta localidad cacereña. La fundación de este pueblo cacereño, situado en la comarca de Tajo-Salor, es de origen lusitano, tal y como demuestran las numerosas sepulturas excavadas en roca y las lápidas que se han encontrado en sus cercanías. Sus primeros pobladores fueron lusitanos y celtas, y luego llegaron los romanos, los árabes y los visigodos, quienes abandonaron este enclave con la Reconquista cristiana. Así lo demuestran los restos arqueológicos hallados cerca en la Dehesa de la Luz, entre los que se encuentran vestigios ibéricos, visigodas y sepulcros antropomorfos. Puedes darte un paseo por su historia gracias a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción con su retablo de Luis de Morales, al rollo de la villa, al castillo de los Herrera, al convento de San Francisco, a la ermita de San Antonio Abad, a la ermita de Nuestra Señora de la Luz y al palacio de los condes de Benavente. Y celebrar sus fiestas tradicionales, como la de agosto y de septiembre, la romerías de San Pedrino y la Virgen, la bajada de la Virgen al pueblo, y su conocido Día de la Luz, con sus carreras de caballos, fiesta de interés turístico de Extremadura.
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