GR 10 - Etapa 2

CABEZUELA DEL VALLE - ALDEANUEVA DEL CAMINO

00/00/2025

Datos Técnicos
DescripciónDatosDescripciónDatos
TramoCabezuela del Valle-Aldeanueva del CaminoDistancia18,90 Kms.
Acumulado Subiendo953 m.Altura Máxima1434 m.
Acumulado Bajando931 m.Altura Mínima503 m.
Tiempo Estimado7:03 horas

La Comarca

Valle del Ambroz

Vetones, romanos y judíos

El Valle del Ambroz es un lugar de contrastes, con montañas que superan los 2.000 metros y tienen nombre propio como el Pinajarro, el Valdeamor o El Camocho. Y zonas de vega y dehesa a solo 500 metros de altitud. Con abundancia de agua, gargantas y ríos, la Garganta Ancha, el río Santihervás o el río Ambroz, que da nombre al valle.

La Garganta es la localidad más elevada del valle del Ambroz (1100 m); toda la subida es un auténtico espectáculo entre cultivos en bancales y frondosos bosques de robles y castaños. Entre tanta Naturaleza, encontramos una construcción hecha por el hombre, recomendable de visitar. Se trata del pozo de nieve del Corral de los Lobos, que sirvió para almacenar hielo durante el invierno y abastecer a la zona durante el verano.

La historia de la comarca viene marcada por sus montañas, entre las cuales se abría el paso hacia el norte, lo que facilitó la existencia de muchas vías de comunicación. Primero la Vía romana de La Plata, después las cañadas y cordeles, como las Cañadas Reales Soriana Occidental y la Vizana, más tarde la vía del tren, y hoy la autovía.

En su ir y venir por nuestra piel de toro, las culturas vetona, celta, o judía fueron dejando su legado, el Toro Celta de Segura de Toro o el Barrio Judío de Hervás son alguno de sus hitos principales. Nuestros antiguos sabían elegir dónde vivir.

Esas montañas han marcado también su paisaje, grandes bosques de castaño y roble en las umbrías, acompañados de terrazas cuajadas de cerezos y ciruelos. Frondosas dehesas de encina y alcornoque en la zona baja del valle, y de cuando en cuando un monumento natural, un Árbol Singular, como los Castaños del Temblar, que tienen nombre propio: Hondonero, Retorcío, Bronco, Menuero y del Arroyo. A ellos se unen el Alcornoque de la Fresneda o el Abedular del Puerto de Honduras, verdaderas catedrales de la naturaleza.

El Otoño Mágico en el Valle del Ambroz es una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional que desde el año 1998 se viene celebrando durante el mes de noviembre.

y las Tierras de Granadilla. Las vistas confirman que estamos en el occidente del macizo central. Nos espera una jornada de altibajos. Enseguida lo comprobaremos en los barrios altos del pueblo serrano de Casas del Monte. Pasear por sus calles es una delicia y una forma de conocer la arquitectura popular, tan especial y con ese aspecto tan artesanal y natural por las vigas de madera a la vista que se aprecian en las fachadas de muchos hogares.

La grandeza de esta comarca reside en los pequeños detalles con los que nos va sorprendiendo. Una de ellas es la piscina natural de la garganta Ancha, muy concurrida cada verano e ideal para darnos un buen chapuzón.

Reconocemos Gargantilla por sus cultivos en terraza de cerezos y ciruelas de la variedad Reina Claudia, principal actividad del municipio. Atravesando el pueblo nos encontramos con una pista asfaltada que nos lleva hasta Hervás a través del magnífico castañar Gallego, uno de los mejor conservados de la península. Es un Paisaje Protegido y muy apropiado si quieres iniciar a niños en el senderismo o realizar rutas sencillas en familia.

Ascendemos ahora hasta La Garganta, la localidad más elevada del valle del Ambroz (1100 metros); observarás que toda la subida es un auténtico espectáculo entre cultivos en bancales y frondosos bosques de robles y castaños. Las vistas invitan a parar y disfrutar del momento. Un poco más arriba de La Garganta, en dirección a Candelario, se encuentra el pozo de nieve del Corral de los Lobos. El pozo es una construcción realizada por los lugareños que usaban para guardar nieve durante todo el año. Con las nevadas, la acumulaban en el pozo de 10 metros de profundidad y la iban prensando en capas. Cuando estaba lleno, lo tapaban con hojas de helecho y así aguantaba hasta el verano. El hielo se trasladaba envuelto en hojas en carretillas hasta los pueblos cercanos o incluso la capital.

En el lado contrario, encontramos las siempre apetecibles aguas termales en Baños de Montemayor. El propio edificio del balneario, construido sobre una terma romana original, está catalogado Bien de Interés Cultural.

La comarca nos depara otros regalos. La Vía de la Plata atravesando Aldeanueva del Camino, el palacio renacentista de Sotofermoso, en Abadía. O Granadilla, el hermoso pueblo amurallado desalojado tras la construcción del embalse de Gabriel y Galán.

Descripción de la Etapa

Coincide este sendero PR-CC 10 coincide en su primera subida por Los Callejones con el SL-CC 22 del Convento (señalizado en blanco y verde) y en su totalidad con el GR-10 (blanco y rojo) que viene del Puerto de Tornavacas y se dirige hacia Portugal. Establece un bello puente entre el Valle del Jerte y el del Ambroz, cruzando por el emblemático Puerto de Honduras, joya ornitológica y botánica gracias a sus abedules (betula pendula), ejemplares de esta especie relicta en la región.

Ruta balizada y señalizada, no tiene perdida, la salida es desde el puente de Cabezuela del Valle, se sube hasta un collado que divide los valles del Jerte y Ambroz.

Comenzamos junto al puente sobre el río Jerte, subiendo por un camino con fuerte pendiente llamado el camino de los Callejones, inicio de la antigua ruta arriera hacia el Valle del Ambroz hasta dar vista al valle de Honduras. Coincide con el PR-CC 10 que lleva hasta Gargantilla, conocida la ruta como Las Juderías. Tras pasar el alto de San Salvador, llanea hasta las Tejás, ya en el valle de las Honduras. Pasada la garganta de las Tejás sube hasta la carretera del IRYDA, que se deja a los pocos metros, para remontar el valle de Honduras por una pista a tramos encementada. Pasadas las últimas fincas, se abandona la pista en una curva cerrada por una senda que sale a la izquierda. Cruza el bonito puente de Garganta Honda y remonta entre robles (quercus robur) y alisos (alnus glutinosa). Se superan las Vueltas del Chorro y, tras una portera se llega a una pista que, dejando a la izquierda las ruinas de la Casa del Espino, sube sin pérdida hasta el puerto de Honduras, donde termina el tramo jerteño de este sendero.

Hacia la vertiente del Ambroz, desciende un antiguo carril arriero, que hay que seguir en su totalidad. Pasa por el arroyo de las Quebradas y en su último tramo está encementado. Llegamos a Gargantilla atravesando un puente sobre la garganta, a la misma entrada del pueblo.

Rememora el pasado de convivencia entre judíos, de gran importancia en Cabezuela del Valle y el Valle del Ambroz, árabes y cristianos, y el carácter comerciante de los primeros que los llevaba a transitar por este antiguo camino arriero para comerciar con Hervás, y une estos pueblos de reconocidas y apreciadas juderías.

Recorre muy diversos ecosistemas y paisajes partiendo del Río Jerte, ascendiendo 1038 m de desnivel entre cerezos, alisos, robles, castaños y piornos hasta el Puerto de Honduras, a 1433 m de altitud, para descender después con unas vistas increíbles de las Tierras de Granadilla y el Valle del Ambroz hasta los 630 m de Gargantilla.

El recorrido

El itinerario de esta Ruta, que nos permite pasar del Valle del Jerte al Valle del Ambroz a través del histórico Puerto de Honduras, se inicia en Cabezuela del Valle (declarada Conjunto Histórico Artístico), cruzando el puente que salva las aguas del río Jerte. Comenzamos en ascenso por una pista hormigonada conocida como Camino de los Callejones, entre bancales destinados al cultivo del cerezo hasta el alto de San Salvador. Cruzamos el pequeño puente sobre la Garganta Tejada, dejamos ésta a nuestra derecha y llegamos a la zona de Las Majadillas, por la margen izquierda de la Garganta de la Luz.

Por medio de un puente cruzamos el arroyo de la Garganta de Tejada y seguimos ascendiendo hasta una pista asfaltada que seguimos a nuestra izquierda. Un poco más adelante continuamos con la ascensión siguiendo la Garganta, con los robles como principales protagonistas, pudiendo contemplar el valle denominado Garganta Honda con un bello chorrero.

Abandonamos, a la izquierda, la pista por un sendero que cruza un arroyo entre monte bajo. Cruzamos nuevamente un arroyo y volvemos a caminar por pista, pasamos por las ruinas de la Casa de la Fuente del Espino y llegamos al refugio situado en el Puerto de Honduras, punto más alto del recorrido con 1.430 m. de altitud. En este lugar podemos disfrutar de unas extraordinarias panorámicas de los valles del Jerte y Ambroz, en el horizonte la Peña de Francia (Las Batuecas) y de manera más inmediata Gargantilla y Aldeanueva del Camino. Caso que no pudimos hacer por encontrarse lloviendo y parte del camino que hemos detallado no lo pudimos realizar por la nieve existente antes de llegar al puerto de Honduras, buscamos abrigo en el refugio para comer algo y continuar ruta a Gargantilla.

Reanudamos la marcha con el descenso al Valle del Ambroz a través de la Garganta de Honduras o de la Buitrera, dirección al Paraje de las Quebradas, zigzagueando por el Camino de los Carboneros, totalmente empapado, utilizado antaño para transportar el carbón del Jerte al Ambroz. Continuamos la margen izquierda de la Garganta y llegamos a Gargantilla, accediendo por medio de un puente a esta localidad que aún conserva su arquitectura popular.

Salimos de Gargantilla por el Mirador El Calvario dando vista a nuestra localidad de destino, Aldeanueva del Camino, el pueblo de las tres mentiras, ni es aldea, ni es nueva (aunque, claro, en algún momento tuvo que serlo), ni la cruza un camino, esta ultima genera muchas didas, pero asi lo denominan.

Continuamos por una pista encementada hacia Aldeanueva, dando vistas a la Autovía A-66, a la cual llegamos y cruzamos por debajo y nos adentramos en la localidad para buscar el centro de la misma y dar por concluida nuestra etapa del GR-10 Extremeño.

Unión entre culturas

La cultura, el paisaje y la agricultura de los Valles del Norte de Cáceres, siguen estando profundamente marcadas por tres culturas (Árabe, Judía y Cristiana), que convivieron abiertamente en la zona hace 500 años. Los árabes nos dejaron su agricultura, caracterizada por el cultivo en terrazas que escalonan las laderas del Valle del Jerte. Los Judíos, la tradición del comercio, y algunos de los más pintorescos barrios de este país, este antiguo camino arriero, es el hilo conductor de dos de ellos, Hervás y Cabezuela del Valle.

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Cada paso en el Camino es un paso más cerca del alma