Esta como la etapa realizada anteriormente pertenecen al Camino de Santiago Interior portugués, hoy en la etapa iremos buscando el rio Paiva pero sin cruzarlo, además cruzaremos diferentes municipios.
Etapa engañosa y rompepiernas, ya que el perfil de la etapa es de diente de sierra, sin grandes montañas pero con un ascenso acumulado de 1.050 metros, lo que no está nada mal para comenzar a bregarse. Se acentúa la impronta rural, con pequeñas localidades que muestran su arquitectura tradicional en piedra granítica, en parte ya arruinada. Del abandono ha sido rescatada la aldea de Cabrum, transformada por una experiencia comunitaria ecológica. Después de superar el alto da Maga encontramos un pueblo grande y con servicios, Mões, única oportunidad para adquirir provisiones.
Este camino, similar al original, promueve la seguridad y la comodidad de los peregrinos, privilegia la ruralidad y el contacto con las personas y el patrimonio, ejemplos de los cuales son iglesias, alminhas, puentes y rutas ancestrales.
Salimos justo al lado de la capilla de Nossa Senhora a Pé da Cruz en Almargem con destino a Ribolhos por la rua Porto Pereiro, al final de la calle asfaltada continuaremos por un camino de tierra en ascenso, en una curva cerrada a izquierda tómanos una senda hacia la derecha para caminar por un monte, en la primera bifurcación giraremos a la izquierda ya entre cultivos saliendo a la EM-1162, la que continuando por ella unos 500 metros, donde dejaremos el asfalto para girar a la izquierda por un camino paralelo a esta carretera, el camino nos llevara a una bifurcación girando a la derecha, comenzando un vertiginoso descenso por este camino hacia Cabrum, una pequeña localidad portuguesa repoblada por jóvenes y ecológica con 15 habitantes que viven en armonía y tranquilidad.
Seguimos nuestro camino y la salida de Cabrum el camino se bifurca girando a la izquierda tomando una senda en el monte para comenzar de nuevo un ascenso y descenso hacia Vila Meã; a 200 metros aproximadamente sale un camino a la izquierda que tomaremos y seguiremos el camino que en un cruce que tomamos a la derecha y luego a la izquierda donde comienza un ascenso por una pista hasta la carretera de Agua da Alte a Nogueirinha, siguiéndola unos metros para dejarla por la izquierda por un camino hasta unas naves volviéndonos a encontrar con la anteriormente citada carretera siguiéndola por la izquierda en la bifurcación para llegar a Vila Meã, hay dos calles que confluyen a la salida en el Barrio Nuevo, cruzándolo por la rua Bairro Novo para tomar la carretera por la derecha hacia Moledo y Balteiro, a pocos metros volvemos a tomar otra carretera por la izquierda en una vertiginosa bajada, llegando a Moledo por la rua das Cerdeirinhas, girando a la derecha para ir a Balteiro por la rua Central do Balteiro, seguimos la carreta y sin darnos cuenta estamos fuera de la localidad.
Seguimos la carretera hasta el segundo cruce donde giramos a la derecha para tomar un camino y adentrarnos de nuevo en el monte, en el primer cruce giramos a la izquierda para ascender al punto más elevado de nuestra etapa en la unión de Moledo y Mões, desde aquí comenzamos una bajada girando en el primer cruce a la derecha, seguiremos el camino hasta cruzar la carretera y seguir de frente pasando una nave a la izquierda y siguiente el camino asfaltado hasta llegar a la carretera EM-1164 que tomaremos a la izquierda para rodear la localidad de Mões, a pocos metros giramos a la derecha por la rua da ordem hasta que giremos a la izquierda para tomar la rua pelourinho, dejando la iglesia a la derecha, saliendo la avenida principal girando a la derecha para seguirla pocos metros, girando frente a la junta de freguesias a la izquierda por la rua São Sebastião, siguiendo la calle salimos a la rua da forca, cruzándola de frente tomando un camino de tierra hasta la rua san do São Plágio hasta el final girando a la derecha por la rua das eiras siguiéndola hasta abandonar la localidad hacia Vila Boa.
El camino histórico no pasaba por Ribolhos, sino que se dirigía directo de Vila Boa a Vila Franca, distantes 2,4 km. Para evitar el actual rodeo se puede recurrir al gps.
En Vila Boa, vamos la Rúa da Corredoura, al lado de una antigua casa con jardín, dejamos atrás el núcleo por las rúas da Seara y das Eiras, ambas alusivas a la cultura agraria tradicional. A continuación, tomamos otra pista de tierra similar a la que nos trajo a Vila Boa. El descenso nos deja ante la A24, infraestructura que ha venido a reemplazar a la N2. Bajo ella accedemos a la compacta aldea de Grijó, que recorremos por la Rúa Vale Martinho.
Tras cruzar un regato hacemos lo propio con la N2, con un fuerte repecho posterior hasta Ribolhos siguiendo las rúas da Cerca y das Marinheirinhas. De este modo nos situamos ante la antigua escuela primaria, ahora albergue de peregrinos.
A la salida de la localidad encontraremos un pinar asolado por los incendios forestales portugueses años atrás, en el primer cruce seguiremos por la izquierda cruzando el monte, desde lo alto veremos ya nuestro destino Ribolhos, pero antes deberemos girar a izquierda, derecha e izquierda para cruzar la carretera IP3/A24 por Grijó, una vez cruzada la carretera giraremos a la derecha e izquierda cruzando Grijó por las ruas capela y principal buscando la carretera N-2 para seguirla hasta la primera bifurcación a la izquierda siguiéndola hasta el albergue de Ribolhos donde finaliza nuestra etapa por hoy.
En Vila Boa hay que dirigirse a la carretera M565, que continúa al oeste, pero la abandonaremos a los 800 m, antes de entrar en Pereiro, con desvío señalizado a la derecha hacia Vila Franca.
Con 22 hectáreas, ubicadas en la parroquia de Calde, ocupa un valle que domina la Serra da Arada, con el río Cabrum que bordea los municipios de Viseu y Castro de Aire. Cuenta con 15 residentes. Aquí el invierno es frío, la primavera es templada, el verano es cálido y seco, y el otoño es fresco. Aquí puedes escuchar el sonido del agua, sentir el aroma de las rosas silvestres y los paisajes se pierden en el horizonte. La aldea ecológica de Cabrum tiene ventajas en agricultura orgánica, bioconstrucción, arte, educación gratuita, salud, espiritualidad y economía alternativa. Entre los habitantes se encuentran también una pareja de españoles. Ella se ocupa de alimentar a los caballos, animales que le apasionan, y su compañero pasa temporadas en Suiza para reunir dinero. De momento, todos están contentos. Los que hace poco llegaron, por la calidad de vida que tienen, y los que son de la zona, por saber que Cabrum vuelve a tener vida.
Se encuentra en un valle entre las montañas de S. Lourenço y S. Salvador, a unos 18 kilómetros del pueblo de Castro Daire, dentro de los límites de los municipios de S. Pedro do Sul y Viseu, que se extiende sobre un área de 4.578, 01 ha, cubriendo los pueblos de: Adenodeiro, Água de Alte, Balteiro, Casais do Monte, Cela, Coura, Covelo de Paiva, Lamas, Moita, Moledo, Nogueira y Vila Meã – en total 1314 habitantes. En cuanto a los orígenes de Moledo, se puede decir que se remontan a la época de ocupación romana en la Península Ibérica, para demostrar que existen numerosos vestigios como los Castros de Maga y São Lourenço. D. Moço Viegas y D. Urraca Viegas, hijos de Egas Moniz, eran los propietarios de estas tierras que heredaron de su padre el honor de Mões y Moledo. A su vez, D. Urraca donó su parte a la hija de D. Sancho I, D. Mafalda, quien dejó los honores en testamento al Monasterio de Arouca. Los siguientes propietarios hicieron grandes legados a otros monasterios, como Cárquere, Ermida y Entre-os-Rios. Posteriormente, la Sé de Viseu y la Orden del Hospital obtuvieron terrenos en esta región.
El actual pueblo y parroquia de Mões tiene una superficie de aproximadamente 4.536,34 hectáreas y se encuentra a una distancia de diez kilómetros de la cabecera municipal. Está formado por los pueblos de Arcas, Canado, Casais de D. Inês, Codeçais, Courinha, Granja, Grijó, Malhada, Portela, Rabaçosa, Soutelo, Vila Boa y Vila Franca – 2109 habitantes. Existe incertidumbre sobre cuándo y qué pueblos habitaron por primera vez esta región, sin embargo se tiene conocimiento de la permanencia de comunidades de la Era de los Metales debido a que se encontró un molde de hacha de doble anillo en el pueblo de Vila Boa. y también de las ruinas amuralladas del Monte de S. Lourenço. También había varias inscripciones y monedas romanas, lo que prueba la presencia de este pueblo. La colonización protohistórica, romana y alemana, continuó gracias a los caballeros neogóticos y los monjes cistercienses. Hasta 1146 Mões estuvo gobernado por Egas Moniz, siendo el primer señor de esta tierra, dejando, posteriormente, por sucesión a sus descendientes. En el siglo XII, la parroquia de S. Joaninho, llamada Pendilhe, pertenecía al término de Mões, porque están cerca unas de otras. En esta región, D. Urraca Viegas, hija de Egas Moniz, poseía bienes, dejando a la Infanta D. Mafalda, hija de D. Sancho I, quien dejó en testamento todo lo que tenía aquí en el Monasterio de Arouca.
Ribolhos se remonta al siglo XII, siglo XIII, estando económicamente establecido e incrustado entre el Couto de Mões, perteneciente a D. Moço Viegas, hijo de Egas Moniz, y la corte de Alva, al este, y la corte de Castro Daire, el Oeste. El nombre Ribolhos aparece en las Investigaciones de D. Afonso III, en la versión latina, de Ripa Occulis y Ripa Oolios. Sin embargo, la forma más antigua parece ser Ribollos, topónimo de un sentido topográfico. Sólo después de 1758 aparece el fenómeno fonético —ll— son, convirtiéndose en Ribolhos, denominación actual. En el siglo XIII, todos los lugares pertenecían a los hermanos de las Órdenes del Hospital y del Templo. Sin embargo, en 1758 el párroco afirma que todo el territorio de la entonces parroquia es Couto de Malta. El motivo de estos pedidos podría provenir de donaciones privadas.
comoquesofresco@gmail.com